La voz de los chicos suelen ser una de las mejores herramientas para construir el futuro.
Y como no hay futuro sin memoria, aquí les mando lo que escribió un alumno mío (10 años) mezclando las leyendas con la realidad...
Guillermo F. (maestro)
Julio López y su transformación
Hace muchos años había un señor que se llamaba Julio.
Julio tenía una demanda que le hicieron los militares y por ese motivo fue a la cárcel cinco años.
Después de haber pasado cinco años de condena, Julio salió libre.
Pero los militares lo espiaban en todos los lugares a los que iba. Él tenía un amigo que se llamaba Marcelo. Marcelo le dijo que lo mejor que podían hacer era esconderse en el bosque llamado Sarmiento. Pero los militares lo siguieron.
Julio y Marcelo se encontraron frente a un precipicio. En ese momento, aparecieron los militares, quienes tenían armas manchadas con sangre, y dijeron: ¡Salten al precipicio!.
Les iban a disparar. Entonces Marcelo protegió a Julio y lo mataron.
Después los militares le dijeron otra vez a Julio: ¡Tirate al precipicio!, y él no tuvo otra opción y saltó.
Pero mientras caía se transformó. Tenía plumas negras y blancas, un pico, grandes garras y alas inmensas.
Los militares pensaron que era un monstruo y se fueron corriendo a su base. Lo llamaron cóndor andino.
Julio se sintió feliz de estar libre y se fue volando rumbo a las montañas, pensando que cada vez que una persona desaparecía se convertía en un cóndor andino.
Carlos Ezequiel M.Z (5º“A”)
Escuela Nº 14 D. E. 1º “Cornelio Saavedra”
Y como no hay futuro sin memoria, aquí les mando lo que escribió un alumno mío (10 años) mezclando las leyendas con la realidad...
Guillermo F. (maestro)
Julio López y su transformación
Hace muchos años había un señor que se llamaba Julio.
Julio tenía una demanda que le hicieron los militares y por ese motivo fue a la cárcel cinco años.
Después de haber pasado cinco años de condena, Julio salió libre.
Pero los militares lo espiaban en todos los lugares a los que iba. Él tenía un amigo que se llamaba Marcelo. Marcelo le dijo que lo mejor que podían hacer era esconderse en el bosque llamado Sarmiento. Pero los militares lo siguieron.
Julio y Marcelo se encontraron frente a un precipicio. En ese momento, aparecieron los militares, quienes tenían armas manchadas con sangre, y dijeron: ¡Salten al precipicio!.
Les iban a disparar. Entonces Marcelo protegió a Julio y lo mataron.
Después los militares le dijeron otra vez a Julio: ¡Tirate al precipicio!, y él no tuvo otra opción y saltó.
Pero mientras caía se transformó. Tenía plumas negras y blancas, un pico, grandes garras y alas inmensas.
Los militares pensaron que era un monstruo y se fueron corriendo a su base. Lo llamaron cóndor andino.
Julio se sintió feliz de estar libre y se fue volando rumbo a las montañas, pensando que cada vez que una persona desaparecía se convertía en un cóndor andino.
Carlos Ezequiel M.Z (5º“A”)
Escuela Nº 14 D. E. 1º “Cornelio Saavedra”
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