"15 años + 85 asesinados + 0 culpables = IMPUNIDAD"

Hace 15 años, a las 9:53, una Trafic blanca convertida en coche bomba estalló contra la entrada del edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), y con ella se desató la tragedia en la que murieron 85 personas. El 18 de julio de 1994 se transformó en uno de los días más negros de la historia argentina que aún sigue impune.

"Encontramos libros con sangre"

Después de quince años del cruel ataque a la AMIA, los rescatistas que trabajaron en el salvataje de personas y la reconstrucción de la biblioteca judía más grande de la América Lastina tuvieron ayer su homenaje a las 9.53, la misma hora en que en 1994 se produjo el mayor atentado terrorista de la historia argentina.

En la sede del IWO -sede de la biblioteca que funcionaba en la mutual- los titulares de la AMIA, Guillermo Borger y de la DAIA, Aldo Donzis, encabezaron el encuentro junto a cuatro de los cientos de rescatistas que trabajaron "durante semanas, de lunes a lunes y con lluvia", recordaron.

Allí estuvieron quienes "no sólo rescataron el pasado sino el futuro de nuestra cultura, porque un pueblo sin pasado es un pueblo sin futuro", como definió Donzis.
"Encontramos libros con sangre mientras caminábamos con casco y barbijo entre los escombros" djio Silvia, una de las rescatistas al recordar su experiencia.

Durante las semanas que duró la búsqueda se hallaron 32.000 diarios y revistas de todo el mundo, 9.000 fotos, 2.100 discos de vinilo -incluyendo los primeros tangos en idish-, 700 afiches de cine y teatro, 120 pinturas (algunas del pintor polaco Maurice Minkowski), 38 estatuas, 17 instrumentos y relojes de las oficinas de la mutual.

Diego, un rescatista que tenía 15 años cuando fue el atentado, dijo que "entrábamos por un boquete que había en la calle Uriburu, y rescatar libros. Era fuerte para nosotros porque recuperábamos nuestra cultura".

Pedro Paulin