“Los países son tan grandes como su proyecto cultural”
El funcionario señala que su gestión tendrá “un sesgo político-ideológico relacionado con la construcción de un modelo”. Y dice que en su agenda están la Ley Federal de Cultura, el Bicentenario y algunos temas pendientes, como la creación del Instituto Nacional del libro.
Por Silvina Friera
En el Centro Cultural Borges, el flamante secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, recorre por segunda vez su primera exposición de pintura, La era de la Venus, con un paso ágil, entre atlético y despreocupado. Los cuadros “bastante frontales”, según los define, enlazan el icono de la Venus de Boticelli con los conflictos políticos recientes, como en el acrílico Maldita soja, donde se observa en un segundo plano al dirigente rural Alfredo De Angeli rodeado de micrófonos. Su compromiso con el proyecto kirchnerista –“la mejor expresión política de la vida democrática reciente”–, a través de los cargos que ocupó como presidente del Incaa (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) y hasta la semana pasada como diputado nacional, le ha quitado tiempo y energías al cineasta, que atraviesa con una naturalidad apabullante esta etapa de impasse fílmica. La pintura, ese lenguaje más íntimo y solitario, se convirtió en su refugio y en una nueva trinchera para promover el diálogo entre lenguajes. “Tengo mucha envidia por los pintores, por esa autonomía creativa que tienen”, confiesa Coscia a Página/12, ahora sentado en el bar, dispuesto a anticipar alguna de las medidas que marcarán el pulso de su gestión cultural. “No vengo de un repollo, he gestionado cultura, un tema que es familiar y cotidiano para mí”, aclara Coscia, que empezó a militar en la izquierda nacional, como muchos de su generación, a partir del impacto que generó el Cordobazo en la juventud de fines de la década del ’60.
Este hombre vestido de negro, desde los zapatos al saco, mañana pisará por primera vez las oficinas de la calle Alvear, donde se encuentra la Secretaría de Cultura, para reunirse con José “Pepe” Nun, su antecesor. “Estas primeras semanas serán un período de diagnóstico y evaluación que me permitirán trazar las modificaciones que haya que hacer”, subraya Coscia, kirchnerista de la primera hora que acompaña este proyecto político desde 1998, cuando participó junto a otros intelectuales, dirigentes y militantes peronistas de la creación del Grupo Calafate. “Acá no hubo un cambio de gobierno; yo no vengo a reemplazar al secretario de Cultura de otro gobierno. Nun es una persona por la que tengo un profundo respeto. Soy director de cine y no hay nada menos parecido que un director de cine y un crítico. No me pidan que sea crítico de nadie porque no sé hacer crítica. Sé realizar, soy un realizador.”
–Más allá de que tenga la necesidad de hacer un diagnóstico más acabado, ¿puede confirmar quiénes continuarán de la anterior gestión?
–Lo único que puedo confirmar, aun sin haber puesto el pie en la secretaría, es que Horacio González continuará al frente de la Biblioteca Nacional. María del Carmen Bianchi también seguirá al frente de la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares). De ninguna manera estoy diciendo que los otros funcionarios se van a ir; lo que ocurre con González y Bianchi, además de que creo que están haciendo muy buenas gestiones, es que comparto una visión política. Y sin lugar a dudas mi gestión va a tener un sesgo político-ideológico relacionado con una concepción de la cultura, del lugar privilegiado que ocupa la cultura en la construcción política, en la construcción de un modelo de país.
Nota completa en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/17-14540-2009-07-12.html
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